"En el país de los arquitectos" es un podcast creado por Sara Nunes, quien también es la responsable de la productora de películas de arquitectura Building Pictures. El objetivo del podcast es conocer a los profesionales, los proyectos y las historias detrás de la arquitectura contemporánea de Portugal. Con poco más de 10 millones de habitantes, Portugal es un país muy intrigante en relación con este campo profesional, y su producción arquitectónica no se corresponde con la escala poblacional o territorial.
En este episodio de la sexta temporada, Sara conversa con la arquitecta Patrícia Barbas, del estudio Barbas Lopes Arquitectos, sobre el proyecto FPM 41. Escucha la conversación y lee parte de la entrevista a continuación.
Sara Nunes: Siempre me encantó este código. Tuve mucha dificultad, a lo largo de estas negociaciones sobre cuándo íbamos a hacer la entrevista, para recordar el nombre [del proyecto] hasta que me di cuenta de que era la abreviatura de Fontes Pereira de Melo, que, en última instancia, es la avenida que bordea el edificio. Eso me ayudó. Ahora ya no olvido este código.
Patrícia Barbas: Y el 41 es el número de la puerta."
SN: El 41 es el número de la puerta. Siempre es muy fácil ubicarlo en el espacio. Casi nos está proporcionando una dirección. El proyecto del que vamos a hablar hoy es un edificio alto, también conocido como Torre de Picoas. A partir de qué altura se puede considerar a un edificio como una torre, o ¿la torre está simplemente relacionada con su altura?
PB: Según la definición del PDM (Plan Director Municipal), [una torre] es un edificio aislado en el que la altura es mayor que el ancho. ¿Es suficiente con eso para considerarlo una torre, por lo tanto, las torres pueden variar desde pequeñas torres siempre y cuando sean estrechas, ¿verdad?
SN: Es decir, no hay una...
PB: No, no hay un número específico de pisos para una torre. Tiene que ver más con la morfología del edificio para hablar de la definición más...
SN: Más amplia.
PB: Más amplia y más tecnocrática.
SN: Estamos hablando de qué altura. Son 17 pisos. ¿Hasta qué altura llega el edificio?
PB: Entiendo, esa es una pregunta a la que no sé responder. Ya no tengo esos valores.
SN: En español, la frase sería: "Creo que ronda los 60 y pocos metros, ¿no es así?"
PB: Sí. Son 17 pisos, con 4 metros de piso a piso, porque, en realidad, tiene las infraestructuras. Tiene casi 4 metros porque la legislación para oficinas exige que la altura útil del techo sea de 3 metros. Tenemos todas las infraestructuras en los techos y pavimentos elevados. Creo que ronda los 2,90 metros de piso a piso. Más que el número de metros, quizás sea relevante destacar que estamos en la cota máxima del cono de aproximación. Es el techo de Lisboa que corresponde a la altura del Imaviz. El Sheraton, nuestro vecino también, es una excepción al PDM porque hay una cota que es de 141 y algo, que establece el techo de Lisboa.
SN: ¿Esto también tiene que ver con los aviones?
PB: Sí, porque, en el fondo, en Lisboa tenemos el aeropuerto...
SN: Sí, en el centro de la ciudad, ¿verdad?
PB: Sí. El cono de aproximación, por cuestiones de seguridad, requiere visualizar un cono en el que la parte superior del cono es el aeropuerto.
SN: Ahora estoy pensando en lo que me estás diciendo y creo que, efectivamente, Lisboa es una ciudad que tiende a no crecer en altura debido a esas restricciones del propio aeropuerto.
PB: Sí, solo si cambian el aeropuerto a cota cero.
SN: Es interesante que estuvieras hablando de los 140 metros... Y nosotros producimos películas de arquitectura y filmamos con drones. En el caso de los drones, también hay un límite [de altura], son esos 120 metros. Es un poco menos en comparación con los edificios. Ahora, hablando sobre esta idea de verticalidad, la verdad es que tenemos una percepción negativa en relación a los edificios altos, por lo que no es solo esta cuestión de restricción con respecto al aeropuerto. Existe cierto prejuicio hacia los edificios altos. ¿Por qué crees, Patrícia, que tenemos ese prejuicio?
PB: En Lisboa, creo que esto es aún más evidente porque, de hecho, esta cota permite que, en algunos puntos de la ciudad, la construcción en altura realmente... no digo que la Torre de Picoas sea un rascacielos, como tanto se escucha, pero los edificios pueden elevarse. En última instancia, estamos hablando de los 141 metros y algo sobre la cota del nivel del mar. Tenemos muchos ejemplos en la historia arquitectónica de Lisboa de proyectos que nunca llegaron a ver la luz de la construcción.
SN: ¿Puede mencionar algunos?
PB: Las Torres de Alcântara de Siza Vieira, que era un proyecto que me gusta muchísimo.
SN: ¿También eran de oficinas?
PB: Era mixto, creo. Estaba justo cerca del pilar del puente. De hecho, en relación con la verticalidad del pilar, Norman Foster también diseñó una torre más o menos en el área donde ahora se encuentra la sede de la EDP de Aires Mateus.
SN: Ok.
PB: Entre el IADE y la EDP. Ya no recuerdo exactamente...
SN: La ubicación.
PB: La ubicación, pero hay muchos ejemplos. De hecho, este proyecto, en realidad, cuando participamos en el concurso, que fue un concurso invitado para nueve equipos... Cuando ganamos el concurso, nunca pensamos que sería construido porque, en realidad, este conjunto de lotes tiene proyectos desde los años 60, de Conceição Silva... Teotónio Pereira también hizo un proyecto allí. Ricardo Bofill también.
SN: ¡Incluso nombres extranjeros!
PB: Tomás Taveira... Son proyectos que, de hecho, nunca vieron la luz del día.
SN: ¿Por qué razón crees que los demás proyectos no avanzaron y el suyo sí?
PB: Creo que fue una ventana de oportunidad, y también de voluntad. Ese lote estuvo vacío durante muchos años. Creo que hubo una voluntad de resolver eso porque estamos hablando de una ubicación privilegiada, en lo que se llama el Eje Central en el Centro de Negocios de Lisboa, ¿verdad? Con la reconfiguración de las avenidas del Eje Central, toda esa inversión... estos vacíos en estado de degradación no benefician en nada a la vida en la ciudad, así que creo que fue una oportunidad también. Y ahí creo que el concejal de Urbanismo en ese momento, Manuel Salgado, también fue una pieza fundamental para que el proyecto viera la luz del día, pero fue un proceso bastante interesante porque, hasta la fecha, fue el único concurso con un procedimiento bastante peculiar.
SN: ¿En que sentido?
PB: Porque, hasta ese momento, el jurado también estaba compuesto por miembros del Ayuntamiento de Lisboa y el proyecto de los equipos... así que estábamos desarrollando el proyecto. Teníamos un mes y algo para presentar una propuesta... los equipos eran seguidos por el jurado. Teníamos reuniones semanales, o quincenales. Ya no recuerdo.
SN: Eso casi parece la universidad, Patrícia. Hace poco estábamos hablando de tus alumnos...
PB: En el fondo, pero es interesante. También hablando con colegas, extranjeros y demás, me di cuenta de que ellos también tuvieron algunas situaciones en las que pasaron por eso, por este proceso acompañado de discusión sobre las propuestas. Y eso es curioso porque normalmente los concursos tienen este lado muy abstracto donde no se conoce al propietario, ya sea público o privado, o no se conoce bien, y ahí hubo discusiones bastante interesantes.
***
Escucha la entrevista completa aquí y revisa también la quinta temporada del podcast "En el país de los Arquitectos".
- Alejandro Aravena
- Alexandre Alves Costa e Sérgio Fernandez
- Tiago Rebelo de Andrade
- Marta Brandão e Mário Sousa
- Luís Tavares Pereira e Guiomar Rosa
- Francisco Aires Mateus
- Paulo Moreira
- Andreia Garcia
- Fátima Fernandes
- Helena Vieira e Pedro Ferreira
- aNC arquitectos
- Branco del Río, Arquitectos
- Ana Aragão
- fala atelier
Nota del editor: La transcripción de la entrevista fue proporcionada por Sara Nunes y Melanie Alves y sigue el antiguo acuerdo ortográfico de Portugal.
